TOTORA (Lago Titicaca) – S. XX a.C. hasta la actualidad – Casco de acículas de cedro
La abundancia de estos juncos en los lagos de tierras altas, permitió elaborar diversas soluciones a la hora de mantenerse a flote, desplazarse, pescar, o trasladar enseres por estas aguas.
Tanto los habitantes del lago Titicaca o los costeños en las playas, supieron diseñar estructuras de diversos tamaños y formas, amarrando haces de totora y dando la forma adecuada a sus necesidades.
De los más sencillos en su construcción fueron los “Caballitos mochicas”, que desde hace siglos y en la actualidad se siguen utilizando, manejados por un solo tripulante, de manera que sentado a horcajadas podía impulsarse con ayuda de un remo o simplemente dejándose llevar por las olas en las playas de Huanchaco.
Otros de mayor tamaño solían instalar alguna vela, a veces con totora entretejida y completar con aparejos de pesca, o decorar la proa con la cabeza de un jaguar.