CARRACA (en construcción)

CARRACA    Siglos XV y  XVI    –    Casco de Nuez pecán  –  Peana avellana

Compartiendo mares con sus hermanas, cocas y carabelas, estas embarcaciones fueron sustituyendo paulatinamente a las primeras, por necesidades de comercio y cargamentos más pesados, necesitando mayor tripulación, etc.

Tenían más calado pero poca maniobrabilidad, lo que a veces suponía un problema a la hora de poder atracar en algunos puertos. Las carabelas siguieron siendo indispensables por su mejor temperamento marinero, con tripulaciones más reducidas.

Las carracas fueron incorporando mástiles, (Trinquete, mayor y mesana), llegando algunas a instalar cuatro. Por necesidad de reforzar el casco, fue necesario instalar bulárcamas y cintones. Lucían castillos de popa y proa integrados en el casco, mientras que las cocas los llevaban superpuestos.

Por ejemplo, la Nao Santa María, que Colón utilizó para su primera expedición a Las Indias, o la Nao Victoria, que protagonizó la primera vuelta al mundo, podrían  clasificarse como carracas.

Al igual que en otras embarcaciones mercantes en estos siglos, fue necesario ir incorporando mayor número de piezas  de artillería, como medida disuasoria al pillaje que sufría a menudo el comercio marítimo.

Su uso fue decayendo a medida que, galeones, filibotes, o urcas, fueron evolucionando técnicamente en aptitudes de capacidad, armamento y desplazamientos que requerían mayor número de singladuras.

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POPOVKA

POPOVKA .  Siglo  XIX        Casco y peana de nuez común

A mediados del siglo XIX, podemos encontrar todo tipo de innovaciones náuticas, desde acorazados tipo Cigarro, sumergibles varios, buques antimareo y antirrolido, etc.

De entre las extravagancias, no podemos olvidar esta innovación bélica. Su carácter guerrero queda claro por las dos grandes piezas de artillería, pero el término de embarcación, ya es más dudoso. De hecho se catalogó como batería flotante.

Operó en el Mar Negro, la defensa de la desembocadura del Danubio y el puerto de Odessa.

La idea de su construcción se debe al almirante Andrey Alexandrovich Popov. Se construyeron solo dos unidades (En 1873 de 2.706 Tm.  y otra en 1875 de 3.590 Tm.) inspiradas en un diseño anterior irrealizado del año 1861 por John Elder.

Tras la guerra de Crimea (1853) y por el tratado de París, se restringió a Rusia la construcción de grandes acorazados, por lo que el almirante Popov, ideó esta batería flotante, la cual no tenía referente alguno para ser prohibido su desarrollo. Podía llevar cañones de gran tamaño, sin necesitar un gran buque. Su forma circular se pensó en primer lugar para poder blindar su circunferencia de manera más robusta, más fácil y a menor coste que en bandas longitudinales. En segundo lugar, se intuyó su  estabilidad a las maniobras artilleras y tercero, al apenas sobresalir su silueta por encima del agua, sería un blanco más difícil. Además su calado era muy reducido, para poder adentrarse en aguas poco profundas de las desembocaduras.

La práctica vino a desmoronar la teoría, pues en realidad eran unos artefactos muy lentos, apenas alcanzaron los seis u ocho nudos, a pesar de sus seis máquinas de vapor y seis grandes hélices. Al intentar remontar la desembocadura de los ríos, la corriente les hacía girar haciendo inútil los esfuerzos de su único timón, o cuando se disparaban sus dos grandes piezas, el retroceso hacía ingobernable el mantenimiento de su posición.

El  nombre por el que perduraron (Popovka), fue el término peyorativo en honor a su creador, el contraalmirante Popov.

En el año 1892 se les limitó a la defensa costera y en 1903 se relegaron a la reserva. Antes de ser desguazadas en 1912, sirvieron de atracción turística.

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WINDSURF

WINDSURF –  Siglo XX – XXI  – Casco, semilla de argán – peana de bellota

Transportable fácilmente a mano o en el techo de cualquier vehículo, podemos observar este tipo de tabla, derivada de su prima Surf.

A pesar de su reducido peso y tamaño, esta embarcación (si se me permite el término), posee los récords de velocidad sobre vela. No es extraño observar cerca de playas especialmente venteadas, a expertos competidores, alcanzar o incluso superar los cincuenta nudos.

Resulta difícil imaginar la expresión de asombro de aquellos expertos marinos en siglos anteriores, al ver un retal de plástico deslizarse sobre las olas, sin apenar rozarlas.

El flexible mástil, se fija a la tabla mediante una rótula, que inclina en un ángulo de ciento ochenta grados verticales y trescientos sesenta horizontales,  lo que permite manejar al antojo del único tripulante la especie de doble botavara, para no desperdiciar ningún segundo en aprovechar el viento cambiable.

La vela, de material plástico y transparente, permite ver al tripulante a través de ella en todo momento. Los rapidísimos giros a los que se someten, hacen necesario una ayuda para que el piloto pueda meter los pies, como si de una chancla se tratara.

Las de mayor tamaño, pueden llevar una pequeña orza desmontable, en ayuda de su estabilidad. Las hay de tamaño muy reducido, siendo estas últimas un auténtico espectáculo cuando sus pilotos las hacen volar en torbellinos inimaginables.

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FUERABORDA DE RECREO

FUERABORDA  DE  RECREO  –  Siglo XX – XXI    Casco, semilla de argán – peana de bellota

Su significado es “Motor fuera del casco”. Estas embarcaciones de distintos tamaños, pueblan los numerosos puertos deportivos. Carecen de timón. Esta función la realiza el propio motor exento del casco que gira horizontalmente permitiendo virajes espectaculares.  En ocasiones se ven dos o varios motores fijados en paralelo al espejo de popa, lo que proporciona más potencia.

En estos motores, figuran en números destacados, los “CV.” de potencia de estos revolucionados motores, lo que les permite alcanzar velocidades considerables. Estas motoras, además de proporcionar rapidísimos desplazamientos, son utilizadas como remolque de esquiadores acuáticos o cometas humanas.

Estas potentes lanchas fueraborda, no siempre son bien vistas por los amantes de los silenciosos desplazamientos a vela.

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PESQUERO DE ARRASTRE

PESQUERO DE ARRASTRE . Siglo XX – XXI – Casco nuez de pecán – peana nuez negra

La imagen de estos barcos es inseparable de todos los puertos pesqueros del mundo e infinidad de pueblos costeros han dependido de ellos de manera directa o indirecta, compartiendo muelles con otros pesqueros de todo tipo y sistema de captura.

De las innumerables artes de pesca, el de arrastre o  retropesca, es muy utilizado.

Con el aumento de potencia de algunos pesqueros se empezó a utilizar redes lastradas, siendo este último un sistema muy criticado, pues supone un gran deterioro de los fondos marinos, como corales y otros ecosistemas necesarios para el equilibrio submarino.

En los últimos años se controla el trasmallo de estas redes, ya que algunas son causa de captura de especies que aún no desarrollaron su tamaño adecuado, pero desgraciadamente demandadas por caprichos culinarios. Con otro tipo de trasmallo, se trata de solucionar la captura poco selectiva que cae en el copo y que no son económicamente aprovechables.

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REMOLCADOR

REMOLCADOR .  Siglo XX – XXI – Casco de nuez de pecán  –  peana de avellana

La función y diseño de este tipo de embarcaciones, definen perfectamente el nombre por el se conocen, desempeñando también con sus potentes mangueras los trabajos de extinción de incendios en otras naves y exhibiciones de potentísimos chorros de agua en festividades y homenajes señalados.

Generalmente se dividen en Remolcadores de altura, de gran tamaño y potentes motores con sistemas de más de una hélice. Y Remolcadores de puerto, de menor tamaño, para comodidad en la ayuda de maniobras de atraque a grandes buques u otros servicios portuarios.

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ICTÍNEO

ICTÍNEO .  Siglo  XIX  –  Casco de nuez de pecan –  peana de bellota

Inspirado en un diseño, ocho años atrás, de Wilhelm Bauez; solo se construyeron dos unidades de este sumergible que emulaba la forma de un pez y bautizado con este nombre, por su propio creador (Narciso Monturiol).  En 1859 construyó el Ictíneo- I, dedicado a la recogida de coral en el fondo marino. Se propulsaba manualmente mediante manivelas.

Más tarde decidió construir el Ictíneo-II. Más grande y pesado, a lo que tuvo que aumentar el número de tripulantes para accionar el cigüeñal del eje de la hélice,  pero no solucionó su lentitud, por lo que se acopló una caldera de vapor para impulsarlo.

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TURTLE

TURTLE  .  Siglo  XVIII  –   Casco de avellana –  Peana de semilla de paraguaya

Curiosísimo artefacto sumergible. En el año 1776, David Bushnell, ideó esta ingenua tentativa de sumergible con fines bélicos, para dañar barcos ingleses en la guerra de la Independencia norteamericana.

Su diseño de cápsula de madera, herméticamente cerrada por dos mitades que asemejaban dos conchas de tortuga (De ahí su nombre en inglés) y un solo tripulante, dada sus reducidas dimensiones.

El funcionamiento consistía en remolcar discretamente el artefacto casi sumergido hasta las proximidades del barco enemigo. Allí se desamarraba el turtle, el tripulante cerraba la escotilla superior y empezaba a sumergirse, accionando una pequeña bomba manual que introducía agua para aumentar el lastre y así  dejar solamente fuera unos snorkels para la toma de aire, ayudado por una palanca que giraba manualmente una especie de tornillo de Arquímedes, que a manera de precaria hélice, hacía las funciones de inmersión y viceversa en sentido vertical. Cuando se suponía que ya no era visible y ayudado por unos pequeños  ojos de buey, accionaba otra palanca con otro tornillo de Arquímedes en sentido horizontal para avanzar hasta tocar el casco enemigo. Entonces, accionando manualmente un taladro vertical, hacía un agujero bajo la línea de flotación por el que fijaba una carga explosiva que portaba en su lado posterior, ya que difícilmente se podría llamar popa. La siguiente maniobra era alejarse lo más rápidamente posible.

Todo esto, claro está, diseñado en la teoría. Pues parece ser que nunca llegó a funcionar ya que no se contó con el forro metálico, con el que los ingleses empezaron a dotar a sus navíos bajo la línea de flotación. Incluso se capturó el artilugio. Si bien hubo algún cronista que afirmó el hundimiento de una goleta.

Más tarde se probaron nuevos sistemas de propulsión, con nuevas hélices, remos, etc. o forrándolo de cobre, pero con los mismos resultados y el tripulante medio asfixiado en sus intentos.

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DORNA GALLEGA

DORNA  GALLEGA .  Siglos  XIV  a  la  actualidad – casco de nuez de pecán – peana avellana

Por muchos llamada El drakar gallego, con lo que es fácil relacionar sus orígenes un tanto inciertos.

De construcción artesanal y fácil manejo, destaca su vela cuadra al tercio, reducida en superficie vélica comparada con la vela latina que montan sus primas en funciones (Albuferencas o Falucas), ya que las dornas soportan vientos más fuertes, incluso en las rías, mientras que en aguas interiores se debe aprovechar al máximo cualquier brisa.

Tradicionalmente utilizadas para la pesca de bajura. Por lo general son de dimensiones reducidas y manejables a menudo por uno o dos hombres. Ayudadas de dos robustos remos que cuando no se utilizan como tales, se apoyan bien situados en ambas bandas y sirven de barandilla en las faenas propias.

Es de destacar el timón, muy pronunciado hacia abajo, sirviendo al mismo tiempo de orza y fácilmente desmontable tirando de la caña hacia arriba, sobre todo para ser arrastradas fuera del agua en algunas playas.

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ALBUFERENCA

ALBUFERENCA .  Siglos XVIII  a la actualidad.  – Casco  nuez de pecán – peana de avellanas

Aunque su diseño recuerda a las falucas del Nilo, esta embarcación es típica y exclusivamente valenciana. Su nombre, ya indica su ubicación.

De quilla bastante plana para facilitar su desplazamiento en aguas poco profundas de la Albufera y muy a menudo ayudada por una larga pértiga, totalmente necesaria para desplazarse perchando por estrechos canales.

Su vela latina es muy amplia y manejable para capturar la escasa brisa de aguas interiores. De tamaños diversos, aunque dentro de unas proporciones reducidas, considerando su utilidad en este tipo de aguas con abundante vegetación. Muy práctica en las artes de pesca o caza de aves acuáticas.

En la actualidad se siguen usando en faenas pesqueras o visitas turísticas. Anualmente se celebran competiciones que demuestren la habilidad de sus constructores o propietarios.

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